JUGANDO CON BILLETES

Hoy recordé una anécdota muy buena que quiero compartir. Corría el año de 1995, yo era un pibe de preparatoria y cursando en la vocacional 6 del Politécnico, llegaron una vez a nuestra escuela una empresa llamada DESEM, ellos se dedicaban a dar cursos a los alumnos interesados en su proyecto; que consistía en capacitarlos en un Curso Empresarial. El curso no formaba parte de la currícula normal de estudios, solo era para los interesados en agregar más actividades a su vida de estudiante. Este programa se llamaba “Jóvenes Emprendedores” y consistía en que formabas tu empresa, escogías el producto a vender y establecías a tu cuerpo directivo e incluso vendías acciones y a lo largo del curso tendrías 2 expos con otras empresas estudiantiles en donde venderías al público en general sus productos. Fue una experiencia padrísima que ya después le platicare. Yo era el director de mercadotecnia (hehe ya desde ahí se veía venir, jajaja) Bueno la cosa que quiero comentar es que para entrar, pues tenías que cubrir una cantidad de inscripción, éramos como 7 compañeros amigos, y hasta romance había por ahí (luego les platico, esta muy buena la historia, ahh que tiempos, hahah) La cantidad no recuerdo, pero bueno , obvio como estudiante en mi caso, pues una parte la puso mi Mamá otra mi abuelo , Pues llego el día de inscribirnos e ir a las oficinas de DESEM, por ahí en la colonia Juárez del D.F.
Pues ahí estábamos este grupo de pubertos en la sala de juntas esperando a que llegaran para cobrarnos y darnos nuestros recibos y dar el 1er paso en nuestra “aventura-adolecente-empresarial” (jaja, tiene nombre de película de ficción ochentera). La razón del título de este post es el siguiente: En ese lapso de esperar, pues de repente entre nosotros decíamos;

-¿Y si consiguieron lo de su inscripción?
–¡Sí, yo conseguí todo!
-¡Yo igual!

Cada uno de nosotros sacamos nuestros billetes y los pusimos en la mesa, ya todos habíamos dicho que estaba completo, y luego empezó algo curioso cada uno contaba su dinero a la vista de todos, otro y en eso a alguien se le ocurre poner todo revuelto en la mesa, y ahí nos tiene, aventando billetes al cielo, decíamos, “nunca había tenido tanto dinero en mis manos”, haha, el dinero de uno se revolvía con el otro, después los hacíamos bolitas, hasta formamos avioncitos y nos los estábamos aventando, haha ¿Se imaginan la escena?, billetes de 100, 200 pesos volando de un lado a otro creando una escena en donde no te preocupabas, no dudabas si tu compañero llevaba cantidad exacta, su palabra bastaba para confiar, donde no te preocupabas ya de tu dinero, porque sabias que al cobrarte pues ya la cantidad requerida por todos estaba cubierta. Fue una experiencia muy padre, me acorde de repente de ella. No sé si tenga algo de educativo, bueno sé que sí, pero cada quien saque su aplicación personal, de esa tarde que unos adolecentes se encontraban JUGANDO CON BILLETES.
Como obvio no tengo fotos de ese momento (todavía no había celulares con cámara, eran ladrillos) pero aún así, les dejo estas bonitas imágenes donde a alguien se le ocurrió también jugar con billetes.



1 Response
  1. Isa Says:

    Ja,ja,ja,ja,¡está tremendo!, je,je, y oye mi amigo y buen hermano, ¿qué hacías en la Voca 6? digo, por que yo también estuve por ahí pero ¡en 1971!, ja,ja,ja, ¡una "pequeña" diferencia de años, ja,ja,ja.
    Saludos Luis.